- En FRANC RIGOL · Abogados tenemos un trato próximo y directo con todos nuestros clientes. La comunicación constante y fluida con el cliente es uno de los sellos de identidad del despacho, tratando siempre de ser transparentes e informar oportunamente de la situación en la que se encuentran los asuntos que nos son encomendados.
- Calidad, responsabilidad, confianza, honestidad, eficacia y profesionalidad son los valores con los que nos identifican nuestros clientes.
- La filosofía del despacho es prestar un servicio y asesoramiento legal riguroso y de calidad. Tratamos de encontrar las mejores soluciones en cada caso concreto para que el cliente siempre pueda decidir con tranquilidad.
- Entendemos nuestra profesión con vocación de servicio para que el cliente siempre pueda estar informado de todas las opciones y tome las decisiones adecuadas con tranquilidad.
- Favorecemos el trato personalizado con nuestros clientes, para que en todo momento puedan conocer la situación y progreso de sus asuntos. Disponemos de un amplio horario de visitas o franjas horarias para poder contactar e informar del desarrollo de los procesos judiciales. Apostamos por el asesoramiento legal previo para evitar pérdidas de tiempo, incomodidades y costes.
- Contamos con una amplia red de profesionales colaboradores especializados en diferentes materias, ampliamente cualificados para poder prestar un servicio con plenas garantías.
- Contamos con oficinas en Barcelona y en Corbera de Llobregat.
- La honestidad nos ha hecho acreedores de la confianza de los clientes, que en todo momento pueden saber los pasos a dar, las posibilidades reales de éxito de sus pretensiones y cualquier otro aspecto que deba saber el cliente antes de llegar a un enfrentamiento en los tribunales.
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Déjame que te cuente algo sobre mí!
Hola, soy Franc Rigol, vivo cerca de Barcelona, y he venido ejerciendo como abogado por más de 20 años. Ahora también soy facilitador, consejero, mentor y emprendedor, y te ayudo a vivir tu vida con un propósito y a reinventarte personal y profesionalmente.
Antes de dedicarme a emprender como facilitador, consejero y mentor personal y profesional, he venido ejerciendo la abogacía, tanto a nivel nacional como internacional, una profesión digna y apasionante a la que he dedicado los mejores años de mi vida, y que siempre he tratado de ejercer con profesionalidad, dedicación y mucho empeño.
He de reconocer que mi interés por la abogacía no se despertó en mi como una vocación innata, sino que vino propiciada por el entorno familiar, pero también por mi interés en valores como equidad, respeto, libertad e igualdad inherentes a la profesión, y sobre todo, y principalmente, con el sentido de justicia que siempre me ha guiado desde que nací.
Desde los primeros años de ejercicio profesional sientes que has dado con tu vocación, que estás en tu “elemento” y que dedicarás toda tu vida a esta profesión. Pasados los años, te das cuenta que tu verdadera vocación sigue intacta pero, más que con el ejercicio de la profesión o de la justicia mundana de tribunales, realmente te sientes más comprometido con la idea que los clásicos tenían de la justicia, como atributo de perfección comparable a la sabiduría y a la valentía, de justicia entendida como que cada persona ocupe su puesto en la sociedad, que cada uno sea consecuente con la virtud que le es propia y, en definitiva, de justicia entendida como el “poner a cada ciudadano en su lugar social”.
Mi experiencia trabajando durante muchos años como abogado independiente, me ha aportado una visión muy clara del tipo de conflictos que tenemos las personas, de cómo los gestionamos y la forma de resolverlos. Me he visto ejerciendo como abogado pero también como un consejero o “Counsellor”, asistiendo a clientes que venían al despacho buscando soluciones legales a un problema mucho más personal, problemas en el fondo más relacionados con carencias afectivas, de pérdida de identidad, de desvalorización personal, crisis existencial profunda, desmotivación, miedos e inseguridades.
Mis clientes se han convertido, a lo largo de todos estos años, en mis grandes maestros, en mis guías, en la inspiración y en la luz que ha alumbrado el camino hacia la persona en la que hoy me he convertido.
Toda esta experiencia me ha permitido desarrollar y descubrir otros talentos, otras capacidades y habilidades, más creatividad, una mejor sintonía con las personas y el desarrollo de una notable escucha activa.
Hasta que un día decido emprender, apuesto por tomar acción y a poner negro sobre blanco todo el bagaje que he acumulado durante años hasta reinventarme como facilitador, consejero y mentor personal y profesional.
Despierta en ti una llamada a atreverte a vivir con justicia, en el sentido de vivir siendo justos y fieles a aquello para lo que hemos venido a nacer, a atreverse a sacar y proyectar todo aquello que anida en nuestro interior, y a vivir conforme a los valores con los que nos identificamos, aquellos que nos proporcionan mayor plenitud y abundancia, y que colman nuestra vida personal y también nuestras aspiraciones profesionales.
Decides guiarte por la verdad, la honestidad, la bondad, la gratitud y sobre todo, y lo más importante, por el respeto por los demás. Haces caso a tu intuición, sigues a tu corazón y te lanzas a vivir de tu talento natural, haciendo del servicio y apoyo a los demás, de prestarles tu guía, conocimientos y experiencia, tu auténtica y más noble profesión.
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